Cosas que pasan y ya no pasan a los 40


Hasta ahora en mi vida adulta, nunca me había percatado de la importancia de mis vivencias y de captar su esencia. A los 20, estuve frenéticamente construyendo una familia y terminando una carrera; lo que muchos critican, pues creen que debí de haber estado disfrutando de mi último suspiro de libertad. Luego, pasé a mis 30 rumiando agravios acumulados en los 20. Ahora, pasé a mis 40 rumiando agravios acumulados en los 30... pero la vida no acepta devoluciones.











Los cuarenta, la edad madura de la juventud
Víctor Hugo tildó a la cuarta década como: "la vejez de la juventud". Yo pienso que tenía razón, pues por primera vez te empiezan a llamar señora sin ninguna connotación irónica y, a pesar de que aún tienes el privilegio de ser visualmente joven, todo va en declive: la vista, la fertilidad, el metabolismo; incluso el tema de la menopausia te parece una bomba de tiempo.

El tema de la edad siempre tiene connotaciones negativas
¿Qué tiene que ver la edad con demonios o con crisis? Tendemos a juzgar a la madurez con una mezcla de sutileza y pesimismo, le ponemos nombres como la crisis de los 30, de los 40 y de los 50. Lo más reciente que escuché fue "el demonio del mediodía", para describir a un cincuentón que se enamora de una veinteañera. ¿Captan?

Por esta razón, siempre surge incomodidad al hablar de la edad. Sin embargo, aquí aplica el refrán que dice: "No es la cantidad, sino la calidad". Según tus vivencias y decisiones, será tu destino. Sin embargo, en vez de preocuparte por tu edad o por la mala suerte que hayas tenido, ahora, es mejor preocuparte por aprovechar el tiempo y enriquecer tu cuarta década de vida con experiencias de calidad.

En tu cuarta década, ¡haz la diferencia!
Tu constante estado de ánimo debe de ser ahora o nunca, con la certeza de que tienes tiempo para una segunda y, probablemente, última oportunidad. Fortalécete y muévete impulsivamente para seguir aprendiendo y creciendo un poco más. Saca partido a tu tiempo para que puedas vivir cada instante de tu vida al máximo; apreciarlo y valorarlo. ¡Todavía te sobran encantos!

Al llegar a los 40, hay cosas buenas que dejan de pasar, pero también surgen otras mucho más emocionantes. Ríe y llora leyendo algunas, a continuación:

¿Con qué punto te identificaste?
Hasta ahora, ¿cuáles ya te han sucedido?

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